El text de Joan Amades sobre fra Garí és la versió popularitzada de la historia de l'ermità penitent resultat de diverses elaboracions literàries. ¿Quin era el text primitiu de la llegenda? Per respondre aquesta pregunta cal trobar o refer el text original a partir de les diverses obres en les quals es reprodueix, total o parcial, la llegenda.
En la primera història sistemàtica de Santa Maria de Montserrat publicada a inicis del segle XVI per l’abat Pedro de Burgos (abadiat entre els anys 1512 i 1536) comentà l’existència d’un retaule, del qual en dóna la data, i l’existència d’un pergamí que també conté aquesta llegenda. L’abat Pedro de Burgos escriví: “en los claustros del Monasterio de Nuestra Señora de Montserrate, estaven retablo de pintura Antigua, en que se muestra cifrada la historia referida. Este se puso mas de 370 años y en el se muestra un letrero grande escrito en llengua lemosina (que es la Catalana antigua) en donde se leen todos los sucesos” i també “siguiendo la verdad que se halla en un libro muy antiguo de pergamino, y en las tablas y pinturas que hay en los claustros de esta Santa Casa”.
L’abat Pedro de Burgos, en la seva obra de 1514, reproduí el text del que és l’epitafi del retaule i narrà tota la història de fra Garí construïda, probablemente, a partir de fusionar el que deia el retaule i el llibre de pergamí, ambdós al seu abast. Seguidament es transcriu el relat que l’abat Pedro de Burgos va escriure en la seva crònica montserratina. Alhora de fer la transcripció del text s’han aplicat alguns dels criteris generals per escriure textos mitjavals com són: s’ha regularitzat l’ús de les lletres i/j/y, reservant la i pels valors vocàlics i la j/y pels consonàntics; s’ha regularitzar l’ús de la v/u, reservant la u pels valors vocàlics i la v pels consonàntics; es resol el signe general d’abreviació nasal com n, excepte davant de consonants bilabial “p” y “b” en que es fa servir m. Es puntua i accentua sempre segons els criteris ortogràfics actuals i s’indica el canvi de pàgina amb el signe [f] en forma de superíndex.
De la Fundación de la Cámara Angelical de nuestra Señora de Montserrat, y de la vida de fray Juan Garin, y del aparecimiento de la imagen de nuestra Señora.
Para saber el principio, y Fundación de la santísima casa de Montserrat, es necessario primero contar la vida de fray Juan Garin según la hallamos escrita en los libros antiguos, los quales por su antiguedad tienen mucha autoridad, y en el tiempo que se cuenta haver sido, tiene mucha conformidad con otras historias, y actos auténticos que se hallan en el monasterio, y en otras partes. Por que se halla que el conde Guifra Peloso que se puede dezir el primer Conde de Barcelona, pues el fue el que liberto el Condado que tenia primero en feudo del Rey de Francia, edificó el monasterio de Ripoll en el año del señor de ocho cientos ochenta y ocho, y entre otras cosas que le dio fue aquella parte de la montaña de Montserrate, donde esta agora el monasterio hasta Monistrol, que es un lugar al pie de la montaña junto al rio Lobregat; y en aquella donación [f] nació haze mención de las Yglesias de la montaña sin nombrar quales; por dónde se muestra que ya entonces había yglesia dónde está agora el monasterio. Después el conde Suñer confirmado en otra donación lo que Guifra su padre había dado de la montaña de Montserrat expressando las yglesias que su padre había nombrado en general, nombra las yglesias de sancta María , y de sant Acisele, y de s. Pedro, y de s. Martin, de manera que una delas yglesias que el có Guifra Pelos los dio a Ripoll de la montaña de Montserrate, era de la invocación de nuestra Señora: y como no haya memoria de otra yglesia de nuestra Señora en la dicha montaña, sino la q oy es, claramente se muestra, o que en tiempo de dicho Conde se principió y edificó la yglesia de nuestra Señora de Montserrate, o alomenos que quando se edificó el monasterio de Ripoll, ya había yglesia de nuestra Señora de Montserrat. Más vengamos ya a la historia, de la verdad, de la qual no hallamos otra cosa auténtica, sino un libro muy antiguo de pargamino que la cuenta,y una tabla en las elaustras del dicho monasterio antigua, donde está pintada y escrita.
Pues con el tiempo de dicho Conde hazia vida sancta en esta montaña montaña un sancto varón que se llamava fray Juan Garin, el qual estaba sirviendo a Dios, haciendo muy áspera vida en una cueva que esta muy cerca del monasterio, la qual aun hoy dia se llama la cueva de Fray Juan Garin Y perseverando [f] en su sancta vida, el diablo enemigo de los hombres devotos, movido de dinvidia porque nunca había podido hazer caer en pecado mortal al dicho fray Juan Garin, determinó de ponerse en la mesma montana, en habito de hermitaño, y de varón sancto, según lo suele hazer algunas vezes como lo afirma el apostol sant Pablo , el qual dize que el diablo muchas vezes se transfigura en figura de Angel de luz. Y estaba en esta figura de hermitaño, en una otra cueva que está encima del monasterio de nuestra Senora, la qual hoy día se llama la cueva de Sathanas, y está muy cerca de la cueva de fray Garin. Pues estando el varón sancto en su cueva un día vino a el Sathanas en figura de hermitaño, para le visitar, y entre las otras cosas que le dixo fue, de como se maravillaba mucho que vuisse tantos años que estaba sirviendo a Dios, en esta montaña, y nunca le avia visto hasta aquell día, de lo que le pesava en extremo. Empero que desde este día en adelante le vernia a ver como de hecho hazia por tener mejor coyuntura de poderle tetar. Otro demonio entrole en el cuerpo de una dozella hija del Conde Guifra Pelos el qual como diximos, fue el primero Conde de la ciudad de Barcelona, de lo qual fue el dicho Conde muy fatigado, y triste. Y como el demonio vexasse mucho a la susodicha donzella, su padre el Conde la hizo llevar a muchas yglesias, y lugares devotos para que con cojuros, y oraciones saliese [f] el demonio del cuerpo de su hija. Y por mucho que le conjurassen nunca quería salir, antes muchas vezes dixo, que no saldría del cuerpo de aquella donzella, sino por mandamiento de un sancto varón que estaba en la montaña de Montserrate, que se llamaba Fray Juan Garín , y si querían que de allí saliesse, la llevassen al dicho fray Juan Garin . Oydo esto el Conde se informó primerodel dicho santo varón, y del lugar a do moraba, y certifcado de la verdad, determinó de llevar su hija al sobre dicho padre santo, e yr el mesmo en persona. Y como llegaron a su cueva, y le dixessen la causa de su venida, lo rogaron mucho vuiesse piedad de aquella donzella, que el demonio tanto atormentaba. El sancto varón movido de compasión, con entrañas de caridad se hincó de rodillas, y con mucho derramamiento de lágrimas hizo oración a Dios todo poderoso rogándole tuviesse por bien de sanar aquella donzella, y librar la de aquel cruel enemigo, que tanto tiempo había la atormentaba. Y apenas ubo acabada la oracion el santo varón, que el demonio salió del cuerpo de aquella doncella. Y el Conde viedo a su hija libre del demonio, y los que con el abían venido con mucho gozo hizieron gracias a nuestro Señor Dios, y al sancto varón por la merced recebida. Y dixo el Conde al santo hermitaño fray Juan Garin Padre mío este demonio que aveys echado del cuerpo de mi hija dixo quando le conjuraban que si no tenía [f] novena la donzella en vuestra compañía en esta cueva aún que saliesse de su cuerpo bolvería a el, y por esso os ruego mucho, tengays por bien que mi hija este nueve días en vuestra compañía. Oydo esto el santo hermitaño se entristeció, y fatigó, por ver que el Conde le pedía cosa muy contaria e impertinente a la vida solitaria que tenía, y le respondió, que no era cosa possible por que a la vida heremítica convenía estar fuera de toda compañia y ruydo de gente. En especial siendo el lugar tan desierto, y la cueva tan pequeña, que la donzella y su gente no podían caber en ella. Tanto porfió el dicho Conde con el sancto varón, que fue contento que se quedasse la donzella. Y el Conde con su gente se abaxo al lugar de Monistrol que esta al pie de la montaña, una legua lexos de la cueva del sancto hermitaño para esperar alli los días que su hija había de estar con el sancto varón, y cada día embiaba a visitar, y de comer al hermitaño y a su hija. Después de ydo el conde elpadre hermítaño con mucha caridad dezia a la donzella, y le enseñaba de como había de servir a Dios, y hazer oración, yque vida había de tener para salvar su ánima. Empero el diablo enemigo de toda virtud no se olvidan de su maldito propósito, y viendo que tenía algún aparejo para hazer caer al caballero de Christo, titaba muy fuertamente sus enorbaladas saetas, hincandolas en el coraçó del santo varón, de suerte que fue muy muy combatido del apetito [f] carnal, que a penas podía el sancto hermitaño apartar sus pensamientos del amor de aquella doncella, aunque se esforçava con la señal de la cruz, y con devotas oraciones resistir a estas tentaciones. Y assí muy fatigado por tan rezia, pelea y combate, que contra la dicha tentación tenía, temiendo ser vencido por los rezios encendimientos del amor carnal que en si sentía, determinó de apartarse de la dicha donzella, para lo qual quiso pedir consejo al falso hermitaño susodicho, el qual según ya está dicho era el demonio que estaba en hábito de hermitano en otra cueva cerca del dicho padre Fray Juan Garin, cuyos consejos él tenía en mucha reputación y estima. E ydo a él, y dádole parte de su trabajo, y del pensamiento que tenía el falso hermitaño desseandole engañar le truxo muchas autoridades de la Sagrada escriptura, y muchas razones para le persuadir, y dar a entender que en ninguna manera devia dexar la donzella e yrse, sino perseverar en la pelea, poniendole delante la corona que se suele dar por semejante victoria. Por lo qual el sancto varón se esforçó, y consolado se bolvio a morar con la doncella: y desta manera estuvo algunos días no mostrando su pena, ni dandolo a entender a los criados del dicho Conde que cada día venían a ver la hija del Conde trayendole de comer, antes embiava a dezir al Conde como su hija estaba remediada, y viniese por ella, y se la llevasse. Empero el Conde no osó llevarse [f] su hija hasta que supliesse su novena en aquella cueva por miedo que tenía, que el demonio no bolviesse a entrar en ella. Y en esse intermedio el diablo no dormía, antes con llamas de fuego movía el apetito del sancto varón en tanto grado que viendose en tan terrible aprieto, y pelea determinó de yr a dezir al falso hermitaño, que no lo podía más sufrir, y por esso determinaba de yrse, y dexar la dicha donzella, si selo aconsejaba. El falso hermitaño le aconsejó que en ninguna manera devia dexar la donzella, ni huyr de la pelea, trayéndole a la memoria al glorioso sant Antón, que no solamente no huya, más antes yba a buscar batallas y peleas contra los enemigos. Y el santo varón induzido por las razones del falso hermitaño se bolvió a su cueva a morar con la donzella, y una noche después que los servidores del Conde se bolvieron a do estaba el dicho señor, fue tan terrible la tentación, y el fuego que el diablo encendió en el caballero de Christo, que vino a perder sus fuerças, y se hizo como la bestia que no tiene entendimiento, y cometió stupro, y desfloró la donzella. Después de cometido el pecado fray Juan Garin se halló confuso; y lleno de verguença y amargura en su corazón: y no sabiendo que hazerse, fue luego al falso hermitaño, y le contó con mucha verguença su pecado, y le rogaba le diesse consejo de lo que avia dehazer, y rogasse a Dios por él. El falso hermitaño por [f] hazerle caer en otro más grave pecado le aconsolo., y le dixo que no desesperasse de la misericordia de Dios, antes confiasse de su misericordia, porque el mesmo dixo, que no vino al mundo para llamar a los justos sino a los pecadores. Empero que el pecado oculto es mucho menor que el pecado público y porque esse pecado fuesse más secreto, y no viniesse a noticia del Conde, y la fama suya no fuesse denegrada, pues era tenido en tanta reputación, y por hombre tan sancto, y le aconsejaba que devia matar la doncella, porque no era possible viviendo ella ser la cosa secreta, antes se publicaría por todas partes y él sería disfamado, y aun en peligro que no le matasse el Conde si le hallaba. Pareciendo bien a fray Juan Garin el consejo que el falso Hermitaño le daba, determin´p de matar la hija del Conde, y lo puso por obra, y la enterró debaxo de unas peñas, a do según dizen está hoy fundada la Iglasia del monasterio, según adelante se dirá. El falso hermitaño para hazer desesperar a fray Juan Garin començose a burlar del, y mofando del le dixo muchas cosas para hazerle desesperar, y perder del todo su anima: y le dexo solo, y desapareció yendose a los infiernos con mucho plazer, pues había habido tal victoria del caballero de Christo.
El padre fray Juan Garin viendose burlado y vencido del enemigo maligno, lleno de amargura y dolor por lo que había hecho, estuvo en punto [f] de fe desesperar, sino que la misericordia de Dios milagrosamente le detuvo con su mano piadosa. Y bolviendo en si començo a llorar amargamente sus pecados, y con gemidos pedir a Dios misericordia. Y para más satisfazer a Dios por sus pecados, determinó de ponerse en camino para Roma, y confessar su pecado al sancto padre.
El Conde y su gente al otro día subieron para ver a fray Juan Garin, y para se llevar la donzella, y como allegassen a la cueva y no hallassen a nadie, mando hazerlos buscar por toda la montaña, y no hallando ni a fray Juan Garin ni a la doncella, el Conde se bolvio muy triste a la ciudad de Barcelona.
El padre Fray Juan Garin con mucho trabajo a cabo de algunos días llegó a Roma, y luego se fue al sacro palacio del Papa diziendo, y pidiendo por merced a los porteros del Summo Pontífice que dixessen al sancto padre como fray Juan Garin quería hablar con su sanctidad como dixessen los porteros al sancto padre que un hermitaño que se llamaba fray Juan Garin estaba a la puerta, y desseaba mucho hablar con su sanctidad. Entonces el Papa mandó que le dexassen entrar, y entrado el dicho fray Juan Garin a doestaba el Summo Pontífice, echose en tierra, y con muy grandes sospiros besaba los pies al Papa y suplicaba con muchas lágrimas que le quisiesse oyr de confession. Lo qual hizo el sancto [f] padre y oydos sus pecados le absolvió, y le dio en penitencia que de rodillas por tierra se bolviesse su hermita, y que jamás mirasse al cielo, sino que a quatro pies anduviesse arrastrando por tierra su cuerpo, hasta tanto que un niño de quatro o cinco meses le dixesse que se levantasse que Dios le había perdonado. La qual penitencia el dicho Fray Juan Garin acceptó, y se bolvió a su cueva aunque estuvo en el camino mucho tiempo por caminar a quatro pies pies conforme a la penitencia que el sancto padre le avia dado, y allí estuvo mucho tiempo haziendo vida solitaria, y muy áspera penitencia, no comiendo sino hiervas, y se le rompieron las vestiduras, y que todo desnudo; y a causa de los fríos y calores, y desnudez le creció el pelo por todo el cuerpo que parescia un salvaje. Después de cumplidos siete años que perseveraba en aquella penitencia acontescio que el sobredicho Conde quiso venir desde Barcelona a tomar plazcr y caçar en la montaña de Montserrate, porque había en ella por ser tan áspera y solitaria mucha caça de monteria., e yba a bever al Rio de Lobregat, como ya hemos dicho, discurre al pie dela montaña, en yendo el dicho Conde por la halda dela montaña hazia la parte de dicho rio, mandó soltar los perros para que moviessen alguna caça, y discurriendo los perros por la montaña se subieron hasta acertar ala covezita donde estaba fray Juan Garin, el qual estaba todo cubierto [f] de pelos como osso, que parecía algún salvaje, y topandole los perros en aquella cueva no osaban entrar en ella, sino daban muy grandes ahullidos. Los caçadores oyendo los ahullidos de los perros acudieron allá subiendo por los riscos de la montaña con harto trabajo y llegados que fueron junto a la cueva, vieron al dicho fray Juan Garin hecho como salvaje que no dezia nada, y no pensando que era hombre sino algún animal monstruoso no llegaron a el hasta hazerlo saber al Conde, que se avia quedado en una alquería del término del lugar de Monistrol. Y oyendo esto el Conde mandó a sus escuderos que subiessen allá, y si viessen que sin peligro de sus personas pudiessen asir aquella bestia la tomassen, y se la truxessen. Allegados los escueleros, y caçadores del Conde, hallaron ser verdad lo que habían dicho los otros: y atrevieron se a entrar en la cueva y viendo que el salvaje no dezia nada, le ataron una cuerda al cuello, y assi le traxeron al Conde, el qual y toda su gente se maravillaron de ver semejante monstruo, y le llevaron a Barçelona, y le pusieron en el establo de la casa del Conde, y allí le daban de comer.
Invención de la Imagen de nuestra Señora [f]
Entretanto que fray Juan Garin estaba en Barcelona acaeció que se halló la imagen de nuestra Señora de Montserrat, lo qual fue desta manera. Andando siete mochachos del lugar de Monistrol guardando el ganado por la montaña de Montserrat algunos sábados, ya que se hazia de noche, vieron que en una cueva de la montaña abaxaban del cielo lumbres encendidas, y después sentían grandes cantos y músicas en la misma cueva. La qual cueva era al pie de unas grandes peñas, que están en derecho de la capilla de sant Miguel a la parte de Levante hazia Lobrega. Lo qual como vieron los infantes contaronlo a sus padres, y después los padres queriendo probar si era verdad lo que los infantes dezian fueron algunos sábados a verlo guiándolos los infantes al lugar donde ellos lo habían visto. Y hallaron ser ansi verdad, determinaron denunciarlo al rector de la parrochia de Monistrol, el qual rector, que era muy devoto de nuestro Señor Jesu Christo, y de la gloriosa virgen Maria, quiso probar quatro sábados si la dicha visió era verdadera, y halló ser assi verdad. Vio la claridad de las lumbres que baxaban del cielo a la cueva, y oyó la melodía de los cantos que allí passavan, empero no veyan a nadie. Y ni el ni otro se osaban, ni podían allegara la cueva, y por esto determinó el dicho rector de yr al obispo de la ciudad de Manresa (ya entonces en la dicha ciudad [f] había Obispo) y contole la dicha visión, por la qual el sábado siguiente el obispo con algunos devotos clérigos suyos, y con el dicho rector, y con otras muchas, y diversas personas de la ciudad de Manresa, se partieron para Monistrol. Y después de comer ellos con los del lugar se fueron donde el rector, y los otros habían visto la vissión, y a la hora del signo de la oración, esto es del Ave María, ellos vieron claramente gran lumbre que abaxava del cielo, y se metió en la cueva donde salía. Y luego oyeron en la dicha cueva grandissimas músicas, y melodías de cantos de Ángeles que duraron hasta la media noche, y pasada aquella hora la lumbre desapareció y el canto y melodía de los Ángeles cesso: de la qual cosa el Obispo, y su clerezia, y todos los que con ellos estaban fueron muy maravillados, y alegres.
Y quando vino el Domingo de mañana, el Obispo ordenó que buscassen el lugar adonde avia visto la visión: y llegaron a una parte donde estaba una covezita, en lugar dificultoso de subir, y subiendo algunos, aunque con trabajo, llegando junto a la cueva sintieron muy gran fragancia, y tal que aunque todos los buenos olores terrenales fueran allí juntos, no se pudieran a aquel ygualar. Y dentro de la cueva hallaron la ymagen de la gloriosa virgen María, que hoy en día está en el altar mayor dela Iglesia de nuestra Señora de Montserrate. La qual ymagen en ningún tiempo se ha [f] podido saber de donde es venida, ni quien la había metida en aquella cueva. Pudo ser que al tiempo que los moros tomaron a Cathaluña algún sancto varón por huyr la persecución de los moros se retraxesse en esta montaña, y truxesse consigo aquella ymagen, o de otra alguna maravillosa manera por manos de Ángeles. Como quiera que ello haya sido, Dios lo ordeno para que desta manera maravillosamente la bendita madre de Dios fuesse venerada, y honrada en aquella montaña, y fuesse occasion que los fieles allí por medio della alcançassen muchos bienes assi spirituales, como corporales. Pues visto esto el obispo mando traer los blandones de la Iglesia de Monistrol, con grande luminaria y devoción, el Obispo subió ala cueva, y puesto de rodillas hizo oración a nuestro Señor Iesu Christo y a la gloriosa virgen Maria, haziendo gracias y mercedes de semejante jo y el, que habían hallado y con grande devoción tomo la ymagen, y sacola dela cueva, queriendodela llevar consigo a su yglesia Cathedral de Manresa. Y subiendo por la parte por donde podían mejor salir, llegando al lugar donde esta agora la Iglesia de la virgen María de Montserrat, ellos no podían y adelantc ni atrás, ni podian mover la ymagen del dicho lugar , lo qual conoscido por el Obispo por inspiración divina, dixo que la voluntad de Dios era que allí se edificasse capilla a honor y reverencia de [f] nuestro Señor Iesu Christo, y so la invocación de la gloriosa virgen María, en la qual estuviesse 1a ymagen, y assi derterminó que se hiziesse, y procuraron de poner luego manos en ello: y el Obispo encomendó el regimiento della que el Rector que avia avisado.
Entre tanto que estas cosas aquí pasaban, fray Juan Garin estaba en Barcelona tenido por salvaje, como diximos, y acaeció un día que haciendo el Conde un gran combite a todos los principales caballeros, por alegría que la condessa había parido un hijo, y había salido muy bien del parto mientras comían los combidados rogaron al conde, que hiziesse subir el salvaje, que había tomado caçando en las montañas de Montserrat, y que le hiziesse dar de comer, y bever delante de ellos. El conde por complazerlos mandó luego le subiesen, el qual subieron con una cuerda atada al cuello, y echabanle algunos pedaços de pan, los quales comía. Y mientras estaban en el comer, la ama truxo allí el infante que la condessa había parido, el qual no tenía mas de tres meses, y pusole delante el salvaje a mirarle con el niño en los braços. Y el infante puestos los ojos en el salvaje, en presencia de todos, y oyendolo, y entendiendolo todos habló y dixo las palabras siguientes. Levantate fray Juan Garin, levantate, y está derecho, que Dios te ha perdonado tus pecados. Entonces fray Juan Garin se levantó en pies [f] delante todos y començo a hablar palabras muy grandes, haziendo gracias a Dios de tanta merced que le había hecho en acceptar su penitencia. Viendo esto el conde la condessa, y los convidados, estuvieron dieron todos muy maravillados, y espantados de todo lo que había acaescido, ni sabían que se dezir. Y fray Juan Garin llegose hazia el Conde, y delante de todos contó el caso, de como por induzimiento diabólico había muerto a su hija, y después la había enterrado, assi que hiziesse del lo que le pluguiesse. Y el conde dixo, que pues nuestro Señor Dios le había perdonado, el también le perdonaba. Y hecho esto, el conde mandó adereçar a fray Juan Garin, haziendole vestir, y le tuvo en su corte algunos días en gran acatamiento, y reverencia. Después de passados algunos días el conde dixo a fray Juan Garin, que quería yr adonde el había enterrado la doncella, para transportar su cuerpo a la Iglesia catedral de Barcelona, y assi mismo para visitar la capilla que nuevamente se edificaba a honor y reverencia de nuestra Señora, donde ya se hazian milagros. Y fray Juan Garin dixo. Señor plazeme, que en esto se cumplirá tu desseo, y assi después de pocos días tomaron su camino y llegados a la dicha capilla, y hecha su devota oración, el conde dixo a fray Juan Garin que le mostrasse el lugar adonde había enterrado su hija. El qual lo hizo luego, porque era muy cerca y llegados al lugar, fray Juan Garin hizo [f] allí su oración, la qual acabada: el conde hizo cavar y luego hallaron la donzella viva, hermosa, y bella, y sin alguna mácula, excepto que parescia en el cuello en forma de un hilo de seda de grana en el lugar adonde fray Juan Garin había passado el çuchillo quando la degolló. Por las quales maravillas el conde y fray Juan Garin, y todos los otros fueron muy alegres. Y el conde preguntó a la hija como abía sido que assi fuesse viva. Y ella dixo, que antes que fuesse degollada, tenía en devoción a la gloriosa virgen María, y por esto ella tuvo por bien de preservarla de la muerte. Seguido esto el conde se quiso bolver a Barcelona, y llevar consigo la hija con intento de la casar. Y la doncella respondió que nunca tomaría marido, antes toda su vida estaría allí en servicio de la gloriosa virgen María, y de su hijo bendito, que tan grande gracia le había hecho. El conde vista su sancta intención, no le quiso contrastar, más edificó allí un monasterio de monjas debaxo de la regla de sant Benito, como las del monasterio de sant Pedro de Barcelona. Del qual monasterio la hija del conde fue abadesa, teniendo debaxo de si muchas doncellas que se hizieron monjas a las quales sirvieron el Rector que arriba diximos, y fray Juan Garin en una sancta humildad, donde finalmente murieron, y fueron colocados en la gloria de parayso y sus cuerpos enterrados en el dicho monasterio. Y en memoria delo susodicho hay en la ciudad de Barcelona [f] en la casa que solía ser del sobredicho conde y al presente del monasterio de sanctas Creus, en el calle condal dicha ansi por causa desta casa una antigualla hecha de piedra, que esla ymagen de la ama que tenía el niño en los braços, y fray Juan Garin puesto de rodillas. Passados ya cien años poco menos, creciendo siempre la devoción de las gentes que al dicho monasterio concurrían vino a tanto la cosa, que ni la abadessa ni las monjas eran bastantes a dar recaudo a los peregrinos ni parecía ya bien conversar las mugeres con tanta gente, ni tener cargo de una tal casa. Entonces el conde Borrel de Barcelona (según se afirma) con autoridad del summo Pontífice, sacó de allí las monjas, y las transfirió al monasterio de S. Pedro de las Puellas de Barcelona, y puso monges de la mesma orden de S. Benito, sacados del monasterio de Ripoll, al qual este era subjecto, por donación que el Conde Guifra Pelos le había hecho dela montaña de Montserrat, y de sus yglesias. Y aunque esta sancta casa en su principio era muy pequeña assi en los edificios como en lo demás, ha andado siempre creciendo poco a poco según las limosnas de los fieles. Y assi también ha andado creciendo en número de gente y religiosos, mayormente desdel tiempo que los reyes católicos don Hernando y doña Isabel de gloriosa pusieron en el la observancia en el año de nuestro Señor 1493 en el qual tiempo fue primero Abad fray Garcia [f] de Cisneros persona de muy sancta vida y exemplo, el qual puso el monasterio en gran orden de religión, en el qual ha florecido y florece en gran augmento, proveyendo Dios que aya siempre personas de muy sancta vida y doctrina. Al qual le plegue conservarla, y augmentar a honra y gloria suya, y de su bendita madre, y provecho de las ánimas de los fieles Christianos que continuamente a ella acuden”
El pare Pedro de Burgos l’any 1550, per fonamentar l’autoritat dels seus arguments diu “no hallamos otra cosa auténtica, sinó un libro muy antiguo de pergamino que lo cuenta, y una tabla en los claustros de dicho monasterio Antigua, donde està pintada y escrita” (he adaptat el castellà). Segons Pedro de Burgos hi ha un llibre de pergamí i un retaule. És evident que l’abat Pedro de Burgos veié personalment les referències que esmenta, tant el llibre com el retaule. L’obra d’aquest abat fou un referent per posteriors cròniques sobre la vida de fra Garí.
La història explicada per l’abat Pedro de Burgos fou reproduïda, total o parcialment, després en les narracions del capellà valencià Pere Antoni Beuter (1551) , del poeta valencià Cristóbal de Virués (1587) i el gironí pare predicar Antoni Vicenç Doménec (1602) .
La crònica d’Antoni Beuter comenta que en temps del comte Guifré el Pilós fou edificada la primera capella dedicada a la Mare de Déu a Montserrat. Esmenta que explica el que “dizen los libros de dicho monasterio” . Segons aquests llibres l’any 880 vivia a la muntanya de Montserrat un ermità de nom Juan Garí. Tot seguit explica el relat d’aquest ermità i l’interromp en el moment en que el comte mana desenterrar el cos de la seva filla. En aquest punt s’explica breument la troballa de la imatge de la Mare de Déu i la construcció d’una capella en l’indret on es troba el monestir. Acabada aquesta explicació es continua narrant la història de fra Garí que s’acaba amb la construcció d’un monestir femení on hi havia la capella de la Mare de Déu i, posteriorment, en temps del comte Borrell, les monges foren substituïdes per monjos l’any 976.
Antoni Vicenç Doménec diu explícitament l’origen del seu relat sobre fra Garí: “he sacado de un libro muy antiguo de pergamino del famoso monasterio de nuestra señora de Montserrat, y de una tabla antiga que ay en el claustro de dicho monasterior, donde está pintada, y escrita la Historia de este esclarecido varon: la qual refiere el libro de los milagros de nuestra señora Señora de aquella misma casa” i tot seguit comença el relat de fra Garí. Com a altres narracions interromp el relat de fra Garí, en aquest quan l’ermità estava reclòs a casa del comte, per explicar la trobada de la Mare de Déu i la construcció d’una petita església en la muntanya. El pare predicador Antoni Vicenç Doménec introdueix un dubte no esmentat en relats anteriors: “el obispo de Manresa ordeno, que se le hiziese capilla en la misma montaña: aunque algunos lo niega, afirmando que nunca hubo obispo en ella” . Un cop plantejat el dubte, Doménec ho resol dient que “el Autor que compuso el libro de los milagros de nuestra Señora de Montserrat, dizen que tuvo Obispo Manresa, y aun parece que lo significa el Episcopologia de Vique, recondido en el Archivo del Cabildo, donde los Obispos antiguos se llamaban Obispos de Vique, y de Manresa, por aber (segun parece) tenido Manresa Obispo” . Feta aquesta puntualització, el pare Doménec segueix amb el relat de fra Garí. Al final d’aquest s’explica la fundació d’un monestir de monges on hi havia l’església dedicada a la Mare de Déu trobada sense esmentar res més en relació a la seva posterior substitució per monjos, tal como fan altres relats. Tant Pere Antoni Beuter, del poeta valencià Cristóbal de Virués i el gironí pare predicar Antoni Vicenç Doménec parteixen d’una base narrativa similar a la qual afegeixen alguns detalls per enriquir el relat. Segons el Domenec tenim llibre antic de pergamí, retaule i llibre dels miracles. Aquest darrer pot ser un llibre amb entitat pròpia o una manera d’esmentar el llibre antic de pergamí.
Per aquells anys, 1585, el rei Felip II es desplaçà a Aragó Catalunya y València per anar a celebrar corts a Monzón. Es té una crònica d’aquest viatge gràcies a les notes de l’holandés exiliat a Espanya Henrique Cock recollides en un manuscrit publicat molts anys després, 1876, per Alfredo Morel-Fatio y Antonio Rodríguez Villa . Aquest cronista, aprofitant uns dies de sojorn a Barcelona anà a visitar el monestir de santa Maria de Montserrat. En la seva crònica, Cock descriu sintèticament i transmet les idees bàsiques de la llegenda de fra Garí, però no esmenta en cap moment el retaule i si un llibre, que no diu de qui és, on estava escrita la llegenda. Cock, en la seva crònica de la visita a Montserrat, diu:
“La devoción ó peregrinación tuvo principio en tiempo que don Jofre el Velloso, primer Conde de Barcelona propietario, regía la tierra, en cuyo tiempo vivió en esta montaña fray Juan Guarino, ermitaño, haciendo penitençia y muy conoscido por su buena vida, de cuyas buenas obras como el diablo enemigo del género humano tuviese envidia, buscó modo con que engañar al buen hombre. Tenía e1 susodicho conde una hija casadera endemoniada, por cuyo consejo consentiendo el padre fué llevada á fray Juan Guarino para que la librase del demonio con sus oraçiones. El santo hombre despues de cinco ó seis dias, no podiendo resistir la bravísima tentacion, ayudando y instigándole a ello e1 diablo, que en especie de ermitaño venía cada día hablar con él, viçiando primeramente la doncella y despues matándola y sepultandola, despues de los nueve días que habia de estar la negó á su padre haciéndole juramento, de manera que despues del estupro y homicidio añadiese mentira, afirmando que ya la doncella era ida. El Conde con sus criados, creyendo las palabras del ermitaño, no hallando su hija, se partió dél muy desconsolado. Guarino despues, movido de compuction y dolor de coraçon, avivió y buscando penitencia se fué a Roma, para que confesado tan grave delito al Pontifice alcançase saludable penitencia, la cual siéndole dada que siempre andase en piés y manos sobre la tierra hasta que un niño que fuese de cuatro meses le dixese que sus pecados le eran perdonados, se volvió para la dicha montaña, donde viviendo algunos años fue al fin preso por los caçadores del Conde en lugar de animalla y llevado a Barceona, donde fue puesto debaxo de una escalera como bestia, dando grandísimo exemplo de obediencia y humildad. Pero al fin, siendo cumplidos los dias de su penitencia, una ama que llevaba al hijo del Conde, Miron dicho, en sus braços, pasando por su ventura allí le dixo de repente el niño de cuatro meses ó por ahy : «Guarin, levántate, Dios te perdonó» Oyendo esto se levanto luégo en piés y confesé en público el delito que habia cometido, y contólo al Conde como habia sido y dél alcanço su perdon con tal condicion que mostrase el lugar donde habia enterrado á su hija. Allí cómo viniesen, quitando la tierra y piedras con que estaba cubierta , ella despierto como quien sale de un pesado sueño, y confirmó lo susodicho con este milagro, afirmando con mucha constancia que por méritos de la Virgen madre habia quedado libre de la muerte. Cuando esto se hacia en Barcelona, unos pastores de ganado guardando sus rebaños en la raíz. desta sierra veian todos los sábados baxar una grandísima copia de lumbres del cielo, y oian una maravillosa melodía de canto, no sabiendo qué cosa fuese, lo cual como dixesen á sus padres y los llevasen al dicho lugar, vieron y oyeron lo mismo. Ellos lo contaron al cura de su parochia y él lo manifestó al Obispo de Manresa, el cual, juntando la elerecía, vino con procesion al dicho lugar donde hallo la imagen de Nuestra Sefiora escondida debaxo de una peñ, la cual puso en la capilla de la dicha montaña, para que por la dicha imágen Nuestra Señora fuese reverenciada. El Conde, viendo y oyendo los dichos milagros, edificó allí un monasterio a su hija, el cual despues se trasladé cerca de Barcelona por los muchos ladrones bandoleros que allí acudian, de que abaxo dirémos, y en lugar de las monjas puso alli frailes de la dicha regla, que hasta al presente dia allí viven cantando loores á Dios y a nuestra Señora, y reciben con mucha benignidad a todos los peregrinos que a esta devotísima casa acuden
Hay de todo esto un libro impreso en Barcelona que cuenta por linda órden la description y sitio desta montaña y todos los milagros que allí han acontescido: quien lo desea saber más por extenso compre al dicho libro. Hay tambien unas estampas cortadas en cobre que representan la montaña, el monasterio y las ermitas de los ermitaños al vivo. Son ellas trece por la montaña desparcidas, maravillosas por su sitio, devocion, huertesicas, agua y todo lo demas que conviene para soledad.”
La història de fra Garí donà també origen a diferents representacions gràfiques. La més important fou el gravat del francès Antonie Lafréry imprès a Roma l’any 1572. Es tracten de dues estampes encaixades horitzontalment on es representa amb força precisió topogràfica la muntanya de Montserrat i els edificis del monestir i el santuari de Santa Maria. Aquest gravat explicava amb fidelitat el fet religiós i cultural de Montserrat del segle XVI i, “tot recollint alguns elements narratius que havien sortit en gravats anteriors, esdevingué un model d’altres gravats que el seguiran” . Per Silvia Canalda la fidelitat orogràfica del gravat i la narració continguda en el gravat fan suposar que l’autor tenia informació de primera ma sobre la realitat montserratina . La part central del gravat està ocupat per la representació del camí dels pelegrins montserratins des de Collbató fins el santuari de la Mare de Déu i la seva continuació vers les diferents ermites de la muntanya. Al costa dret del gravat es representa la troballa de la imatge de la Mare de Déu. La imatge central de la muntanya i els edificis està acompanyada d’unes escenes secundàries repartides a dreta i esquerra de la composició formant un marc. Les imatges de l’esquerra, situades en forma de seqüència vertical, representen la història de fra Garí extreta de la narració feta per l’abat Pedro de Burgos pocs anys abans i les escenes de la dreta narren diversos miracles de la Mare de Déu. Silvia Canalda suggereix que Antonie Lafréry hauria pogut emprar un model visual de referència, no descarta que fer servir el retaule del claustre per realitzar la seva composició.
El pare Antonio Yepes, abt de sant Benito el Real de Valladolid, en la seva Coronica General de la Orden de san Benito, 1613, comenta que les seves fonts són “libro muy antiguo de pergamino, donde está escrita la historia de Fray Juan Guarin, como la hemos contado” y en “los claustros del monasterio de nuestra Señora de Montserrate, estaba un retablo de pinturas antiguas, en que se muestra cifrada la historia referida”. Novament les fonts són retaule i llibre de pergamí. En la seva crònica el pare Antonio de Yepes explicà detalladament la troballa de la Mare de Déu i l’edificació d’una esglesiola per acollir-la . A continuació d’aquest relat explicà la història de fra Garí relacionant-la temporalment amb la construcció d’aquesta esglesiola presentada com el lloc escollit on fundar el monestir femení esmentat en la llegenda: “ella [Riquilda, la filla del comte Guifré] no se quiso ir de la montaña suplicando al padre, que en aquella ermita que se estaba edificando a nuestra Señora, fabricase un Monasterio, donde ella, y otras vírgenes se consagresen al servicio de la Reina del Cielo” . El pare Yepes reproduí l’inici del famós retaule, escrit segons escriví en llengua lemosina (que es la catalana antigua) i en dona la seva data, 1239. Un detall interessant del text del pare Yepes és la referència a l’existència encara, en aquell temps, de la cova de fra Garí explicada en la llegenda i de la cova anomenada de Satanàs. També es rellevant el fet que el pare Yepes esmentà el nom de filla del comte : “El otro demonio se fue a Barcelona y por permision de nuestro Señor, se apoderó del cuerpo de una hija del Conde Vvifredo el Segundo, fundador (como hemos dicho) de la casa de Ripoll llamada Riquilda”
El pare Antonio de Yepes mostra alguns dubtes entorn la llegenda de fra Garí “en esta historia referida ay cosas muy ciertas, otras no tanto” pero està convençut que l’origen del monestir de Santa Maria fou un cenobi femení fundat amb monges benedictines de sant Pere de les Puelles de Barcelona i que l’any 976 les monges foren substituïdes per monjos de santa Maria de Ripoll també benedictins. No dubte de l’existència d’un penitent anomenat Joan Garí ja que li consta que les seves despulles estan conservades com a relíquies en el monestir. També esmenta que, en algunes escriptures on es relacionen els noms dels ermitans de la muntanya, surten varies anotacions amb el nom de Garí. El pare Yepes troba discrepàncies en la datació dela construcció de la primera esglesiola per acollir la Mare de Déu: “Hallo grandes diferencias entre los autores, y tienen grandes barajas entre si, para averiguar el año en que fue revelada esta santa imagen, uno la pronen en el de ochocientos, setenta y tres, otros el de ochocientos y ochenta, otros después del año novecientos. En esto va poco, yo seguiré la opinión media y la pondré en este año de ochocientos, y ochenta y ocho, y no tanto porque este cierto” Al final de la seva crònica el pare Yepes esmentà l’existència d’un manuscrit antic on hi havia la història de fra Garí. En la seva crònica afirmà que “también nuestros monges de la Congregación de San Benito de Valladolid, quando por los años de 1493 tomaron posesion de la Casa [de Montserrat], hallaron en el archivo un libro muy antiguo de pergamino, donde estava la historia de Fray Juan Guarin como la hemos contado” . Es evident que el pape Yepes, si bé assumeix la història de la troballa de la Mare de Déu i el relat de fra Garí, no deixa de mostrar dubtes sobre la veracitat de tot el que es diu en elles. La crònica del pare Yepes, tot i ser molt detallada, parteix de la important limitació d’estar escrita a partir de notes enviades a Valladolid per persones residents a Santa Maria de Montserrat.
El pare Gregorio de Argaiz , 1677, en la seva obra, La perla de Catalunya, comentà també la llegenda de fra Garí i estava convençut que aquesta història era certa. Com a prova de la veracitat esmentà que es tractada d’una tradició tinguda com real per tot Catalunya i, a més, existia encara la cova on habità i els ossos de fra Garí es conservaven com si fossin les relíquies d’algun sant en el monestir. En línies generals, el relat extens de la història de fra Garí narrada pel pare Gregorio de Argaiz segueix fidelment l’obra del pare Antonio de Yepes. Com a principi afegit d’autoritat Argaiz reprodueix un fragment del cronicón apòcrif atribuït a Luitprando: “Por el año del Señor ochocientos y setenta floreció en Cataluña e1 Santo Varon Iuan Guarin, natural de la Ciudad de Valencia y Español, que hazia Vida de Hermitaño cerca de Monserrate en una cueva en que los Christianos de Barcelona, en la perdicion de España, avian escondido la Imagen de la Virgen Maria: y, engañado del Demonio, avia gozado y desflorado a Maria, hija del Conde Vvifredo el Velloso, y despues muerto. Arrepentido del pecado, fue a Roma al Sumo Pontífice Estevan, que el año tercero de su Pontificado le dio en penitencia que siete años anduviesse por la tierra con pies y manos como las bestias, hasta que un niño que no supiesse naturalmente hablar le dixesse que se levantasse, que Dios avia aceptado y recibido su penitencia, como de hecho sucedio. Murio el año de Christo de novecientos y cinco en los Idus de Iunio. Fue sepultado en la cueva, en donde se fundo un Monasterio de Virgenes del Orden del Glorioso S. Benito. Las quales governo Maria, la hija del Conde, que avia sido resucitada por intercession de la Virgen, y vino a morir e1 año de novecientos y nueve” . Aquest relat apòcrif podria haver plantejat un problema al pare Yepes relacionat amb el nom de la filla del comte Guifré. Mentre Luitprando l’anomena Maria, el pare Yepes l’esmenta com a Riquilda. El problema estava ben clar: dos noms per una mateixa persona ¿Com resolé el pare Argaiz aquesta contradicció?. La solució fou força ingeniosa: “agradecida a la merced que la Virgen Santissima la avia hecho, dexó el nombre que antes tenia de Riquilda y tomó el nombre de Maria, que es el que le da Luitprando” .
A partir del relatat pel pare Argaiz es dedueixen les seves fonts sobre la trobada de la Mare de Déu i la història de fra Garí són un llibre de l’arxiu, un retaule i un llibre de pergamí. Sobre el llibre de l’arxius diu al començament del capítol VII comenta: “siguiendo la tradición antigua del convento de Montserrate, y que está reconocida por escrito en un libro de su archivo que tiene muchos años, y por la letra es venerable, digo que sucedió el de 880. Tienelo así la Historia de Montserrate, que ha de más de 436 años que se escribió en lengua catalana, cuya relación comienza: En lo temps del primer Compte de Barcelona appellat Griphe Pellos lanis DCCCXXX fue trobada la Imatie de Madona Santa Maria. El text continua esmentant el retaule: “Lo mismo tienen la vida de Fray Guarin, que está escrita en una tabla en lengua antigua catalana, colgada en el claustro principal” i continua parlant d’un llibre de pergamí “y últimamente en un libro de pergamino que está en el archivo de Montserrate, y que tiene por título, Manuscritos, a folio 89, hay estas palabras en catalán: en temps del papa Joan VIII fue trobada la devota de Monserrat en lanis DCCCLXXX” . En el capítol VIII explica la historia de fra Garí i diu: “la relación de la vida de Fray Joan Guarin escrita en un libro antiguo de pergamino que se escribió el año 1307 y que se refiere al fol. 153 Et est verum, quod ad ipsius Ioannis Heremeti introitum Romae, per se cimbala singula totius Romae folebant annis singulis depulsari”. També esmenta l’existència d’un retaule en el claustre del monestir. Un cop acabada la descripció de la vida de fra Garí dóna més detalls sobre aquest llibre “se escribió el año mil trescientos y veinte y siete, y està escrita en latín al folio ciento y cincuenta y tres” Les datació de l’obra feta per Argaiz varia de 1307 a 1327. El pare Albareda dóna per bona la segona. Segons Argaiz la historia de fra Garí es trobava en un llibre antic de pergamí en llatí i un retaule en el claustre. El pare Argaiz, a les fonts tradicionals de llibre de pergamí i retaule afegeix un manuscrit escrit en llatí que es troba en l’arxiu del monestir i suposadament escrit l’any 1327 i on en el foli 153 hi ha la historia de fra Garí. El llibre del pare Argaiz torna a insinuar la existència de tres fonts referent a Joan Garí i la trobada de la Mare de Déu.
Cap dels autors citats fins ara havien reproduir fidelment el contingut d’algunes de les fonts on es trobava escrita o dibuixada la llegenda de fra Garí. Fou amb l’obra del pare Lluis Montagut, Histoire de Nostre-Dame du Mont-Serrat, 1697, escrita en llengua francesa on es troba per primera vegada la transcripció exacte del text del retaule. El pare Montagut indica que ha tret la informació d’un retaule i vells manuscrits guardats en els arxius del monestir. En el següent apartat, dedicat específicament al retaule del claustre dels Llangardaixos es dona la transcripció exacte del text reproduït pel pare Montagut.
Temps després la història de fra Garí fou recuperada per l’escriptor Pere Serra i Postius a començaments del segle XVIII, 1747, en la seva obra històrica sosbre Montserrat . Serra i Postius en la seva historia sobre Montserrat fonamenta la seva autoritat en un “antiguo libro de pergamino (que más de ciento y cuarenta años hace lo fue también del venerable padre Domenech pues lo siguió en todo) recondido en el Archivo de Montserrate, escrito en lengua y letra lemosina”. Tot seguit reprodueix una nota manuscrita del pare Lesmes Reventós, arxiver montserratí, que deia que fonamenta els seus criteris en “un libro del archivo, que tiene muchos años, y por la letra es venerable, que ha más de quatrocientos y cincuenta años, que se escribió en lengua catalana antigua, cuya relación empieza “En temps del primer compte de Barcelona apellat Grife Pelòs l’any DCCCLXXX fou trobada la Imatge de Madona Santa Maria”. Com que creu que el llibre és molt antic el “gran retablo” es deriva d’aquest. Al parlar sobre Joan Garí reprodueix textualment el que escriví abans Yepes. Per Serra i Postius les històries de fra Garí i de la trobada de la Mare de Déu tenien de referent un llibre antic i un retaule. La novetat d’aquesta obra fou que aquest autor, amb perspicàcia, associà la llegenda de fra Garí amb la llegenda siríaca de Jaume el penitent.
L’escriptor Pròsper de Bofarull (1777-1869) qualificà la llegenda despectivament com una historieta sense fonaments: “Finalmente algunos escritores antiguos y modernos dan al conde Wifredo el Velloso otra hia, que unos no nombran, y otros la llaman Riquilde o Richildis, después María, suponiendo haber sido la heroína del mal hilado cuento de Juan Garin. Efectivamente del 14 de las calendas de abril del año 28 de Carlos hijo Luis, 925, hallamos una donación del conde Sunyer, en sufragio del alma do su hermana Riquilde quondam; y siendo Sunyer hijo del Velloso, queda por consiguiente justificado el dicho de los historiadores, pero no en cuanto a la historieta de Juan Garin, que siendo tan prodigiosa como nos la presentan, hubiera dejado sin duda rastros documentados de su realidad o cuando menos alguna enunciativa que diese vislumbres de hecho tan estupendo. El P. Diago, Pujades y otros que creen á pie juntillas este cuento, fijan el prodigio do haber hablado el conde Mirón, niño a la sazón de solo tres meses, al supuesto Juan Garin, mandándole en nombre de Dios que se levantase porque ya estaba perdonado, al año de 895; pero como ya se ha justificado con documentos que D. Mirón contaba en el de 907 muchos más de edad de los doce que solo median desde el 895 al 907, es fuerza dar a esta conseja el crédito que so merece”.
Resumint el dit fins ara pot afirmar-se que les primitives històries montserratines deixen clar que, en relació a la història de fra Garí i la trobada de la Mare de Déu, hi ha havia un relat escrit i un relat en un retaule. A partir de les cròniques primitives no queda clar si els relats escrits de referència eren extrets d’un sol llibre en pergamí o en dos llibres diferents. ¿Quin era el llibre, o els llibres, antics que la majoria de primers historiadors montserratins consultaren?. Era difícil respondre aquestes qüestions per la pèrdua de bona part de l’arxiu montserratí en la Guerra del Francès i també eren escasses les referències que es tenien. No obstant, algunes pistes eren prou clares:
es tractava d’un document, o documents, antics;
el suport documental era pergamí;
un llibre estava en llengua catalana antiga (es tenen citacions del contingut);
també hi havia un llibre de 1327 en llatí on el foli 153 tenia la historia de fra Garí (es tenen citacions del contingut)
¿D’on treuen els primers historiadors montserratins les seves referències per parlar de fra Garí?. És difícil contestar aquesta pregunta per la destrucció i desaparició de l’arxiu del monestir durant la Guerra del Francès. Davant d’aquesta limitació alguns erudits com poden ser els pares Anselm Albareda, Alenxandre Olivar i Cebrià Baraut han intentat, a partir de diverses fonts, reconstruir el que podia haver estat l’antic arxiu montserratí. Gràcies a aquests treballs es pot fer una hipòtesi de quines podrien haver estat les fonts emprades pels primers historiadors montserratins per fer les seves cròniques sobre l’origen del monestir de Santa Maria de Montserrat, la llegenda de fra Garí i la troballa de la Mare de Déu.